
En 1968, con 16 años, Anneliese comenzó a padecer extraños ataques y se le diagnosticó epilepsia. Permaneció ingresada en el hospital psiquiátrico de Würzburg. Cuando salió, fue capaz de completar sus estudios de bachillerato y matricularse, en 1973, en la Universidad de Würzburg.
Sin embargo, durante todo este tiempo Anneliese aseguró escuchar voces de ultratumba y ver visiones demoníacas que atribuyó a una posesión infernal. Los médicos que la atendieron no encontraron paliativos ni una explicación satisfactoria a los padecimientos de la joven, los padres católicos optaron por pensar que su hija, en efecto, estaba poseída. Se dice que los mismos demonios no le permitían comer; eso le provoco una terrible